Julián Pacheco
Julián Pacheco se inicia en el arte pintando paisajes en su Cuenca natal. Tras un breve paso por Madrid, se instala en Barcelona a principios de la década de 1960 se. Allí vive los inicios de la crisis del informalismo, tomando conciencia de la necesidad de crear un arte de mayor carácter social. Es ahí donde empieza a forja su actitud rebelde y reivindicativa, que le llevara al exilio -por oposición a la dictadura franquista-, primero a París y luego a Italia, donde establecerá su residencia hasta finales de los años 70, cuando regrese definitivamente a su Cuenca natal, donde morirá en el año 2000.
Su obra conjuga el paisaje urbano del grafitti y del activismo político y social. Sus “muros” son, por un lado, la forma de representar las expresiones populares, tanto políticas como estéticas, y a su vez, una manera de intervenir en ellas, de imprimir con su personalidad artística sus propias reivindicaciones.