Tres Cuadernos de Viaje y cuatro pequeños cuadros de memoria, José Ramón Sierra

EXPOSICIÓN DE JOSÉ RAMÓN SIERRA, DEL 5 DE OCTUBRE AL 17 DE NOVIEMBRE DE 2023

VIENA 2012

Cuaderno de Viaje

Apuntes y bocetos

Estos dibujos de viaje no son una guía, ni carteles que actúen de reclamo. Son invocación para perderse en los laberintos sentimentales del viaje que exige al viajero dos únicos e imprescindibles equipajes de espíritu: sensibilidad para ser herido e inteligencia para alimentarse de la herida.

Son apuntes del natural y bocetos, dos formas esenciales y distintas de dibujar, de vivir la experiencia artística. José Ramón Sierra ha explicado repetidamente, en textos académicos relacionados con su trabajo docente, su entendimiento de las diferencias entre ambos. Así, mientras el apunte es una práctica principalmente de conocimiento, el boceto lo es de invención. En la medida en que tal conocimiento no puede ser unívoco, científico, sino versión creadora de visiones y el boceto es el más personal de los ensayos de creación, ambos pueden darse de forma unitaria como expresión de un pensamiento activo, en permanente vigilia. Estas páginas que aquí se nos ofrecen son, siempre, ambas cosas a la vez.

Nos presentan impresiones que han servido como fundamentos de propuestas. Visiones y entendimientos con los que configurar otras realidades, otros caminos de desarrollos y finales imprevistos, abiertos, de difícil recorrido. Se nos muestran, casi siempre, cruces, paradas para observar alrededor. Miradas cruzadas, sentimientos contaminados. Versiones transversales donde los tiempos parecen disolverse momentáneamente para ofrecer observaciones de provecho, donde las imágenes, los gestos pictóricos e incluso los títulos se convierten en factores de  comunicación.

Es llamativa la presencia destacada de Fischer Von Erlach a través del San Carlos descompuesto, donde se reclama el recuerdo de la peste con la pretensión dinástica al trono de España, Milagro de Hércules, y de la visión celeste y planetaria de la Biblioteca en Planetarium. En Asedio y Mírame, la modelo de Vermeer aparece encerrada en la tapia construida con los bloques de Caja Postal de Wagner, cuya cancela se recorta con las tijeras del Knize primitivo bajo los recortes de la chaqueta del pintor de espaldas del mismo Vermeer, en Klassizismus .Pero la clumna clásico es contrapunto de largo alcance en Barra Americana, donde se usan páginas de la carta del   En Monja, la carnalidad de la Helena de Rubens del museo vienés aparece mortificada por el silicio de la contrarreforma claustral, mientras en Patrimonio y Delito, de tanta evocación loosiana, resurge al hilo de la memorable exposición de Ed Ruscha en el mismo museo, sobre fragmento de un Arcimboldo usado por el artista americano, para ilustrar las turbadoras relaciones entre naturaleza y artificio, tema igualmente recurrente en este cuaderno, como, por ejemplo en Espejos en el Parque, donde las hojas doradas de Olbrich nacen de los museos enfrentados y simétricos de Gotfried Semper.   

Y curiosamente, nada de los famosos Velázquez vieneses, ante los que, me consta, el autor estuvo atento un rato. Querido J. R. Sierra, espero volver a verte pronto de vuelta por aquí, con tus afiladas tijeras.

                                                                                                              Claire Loos-Breunig

                                                                                                              Viena, 2013.

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